El cigarrillo electrónico y sus cosas
La llegada del e-cig ha supuesto una ‘revolución’ total para los fumadores al abrirnos una nueva vía para abandonar definitivamente el dichoso tabaco. Y, aunque en cierta forma y por decirlo de alguna manera, nos permite emular la acción de fumar, el cigarrillo electrónico y el cigarrillo tradicional poco o nada tienen que ver en cuanto a uso, características y consecuencias para nuestra salud.
Vamos a verlo más detalladamente.
Funciona con batería :
A diferencia del cigarro de toda la vida, el e-cig no necesita fuego para ‘funcionar’. Su mecanismo se basa en una batería de litio recargable y de gran rendimiento y durabilidad, y una resistencia, y el calor de la energía eléctrica es lo que hace que el dispositivo se ponga en marcha y facilite ‘vaporizar’ los líquidos de diferentes sabores, que también conocemos como e-liquids.
No es de usar y tirar :
Acostumbrados como estamos a los cigarrillos de usar y tirar, lo de que el cigarrillo electrónico sea reutilizable nos parece lo más. Obvio que hay que mantener una buena higiene del dispositivo, cuidarlo, lavarlo con frecuencia y sustituir las piezas ‘recambiables’ cuando sea necesario. Pero, por lo demás, no hay de qué preocuparse.
Te permite ahorrar :
Esto se nota rápido, el bolsillo no engaña. Cuando uno se pasa al vapeo, rápidamente se da cuenta de que los cigarrillos electrónicos son mucho más económicos que los tradicionales.
Sí. Es verdad que cuando eres primerizo y te tienes que comprar que si el kit, los aromas y demás componentes, el desembolso inicial es mayor que lo que cuesta una cajetilla de tabaco. Pero, a la larga, es mucho más rentable, puesto que los mods se mantienen en buen estado con el paso del tiempo, y en lo único que hay que ‘invertir’ es en los líquidos para vapear, que tienen uno precio de lo más asequible.
El mal aliento del tabaco ¡desaparece! :
Como no fumamos, sino que vapeamos, no ingerimos humo ni tantos químicos tóxicos, y así no tenemos mal sabor de boca ni mal aliento. Por esta misma razón, el e-cig no amarillea ni dientes ni dedos.
Tú eliges la cantidad de nicotina :
Los cigarrillos electrónicos permiten regular la nicotina que se consume y, lo mejor, es que incluso ¡se puede vapear sin nicotina! Esto, sin duda, es un avance y beneficio para nuestra salud. La idea es, una vez que se deja de fumar y se empieza a vapear, para que el cambio no sean tan brusco y termine por frustrarnos, comenzar con líquidos con nicotina e ir disminuyendo la cantidad poco a poco hasta conseguir vapear con aromas completamente libres de esta sustancia.
No contamina :
Los vapeadores crean el vapor por medio de una resistencia en lugar de humo por combustión, y esto reduce en gran medida el daño medioambiental, comparándolo con el tabaco convencional. También hay que destacar que al no tener que tirar colillas al suelo evita que se dejen residuos no degradables en la naturaleza (un cigarrillo común tarda más de cinco años en eliminarse).
No crea ‘vapeadores pasivos’ y reduce el daño pulmonar :
Con los cigarrillos electrónicos no existe la figura del ‘vapeador pasivo’, ya que el vapor que se emite es 0% nocivo para quienes estén alrededor. Del mismo modo, al contener menos químicos que el cigarrillo tradicional, se reduce notablemente el riesgo de padecer enfermedades del sistema respiratorio.
Fuente : https://blog.yonofumoyovapeo.es/curiosidades-del-cigarrillo-electronico-que-aun-no-sabes/